4ª etapa del camino de Santiago (Campiello—El padrón)
4ª etapa del camino de Santiago (Campiello—El padrón),
por Rafa Borrego
La cuarta etapa de nuestra aventura comenzó con la rutina de todas las mañanas: levantarse acicalarse, recoger las cosas y salir a desayunar. En este caso desayunamos en el bar de Herminia, unos cafelitos en tazón y tostadas en cantidad hasta reventar.
Comenzamos la ruta por carretera con una mañana prometedora en cuanto al tiempo, ya que había salido el sol y las predicciones que nos daban eran bastantes desalentadoras con lluvias y viento por la tormenta Petra que ponía toda la zona en alerta naranja.
Después de unos 3 km por carretera entramos ya en caminos de tierra ó mas bien barro, así fuimos durante varios kms más. Adelantando a algunos peregrinos que iban andando.
Llegados al cruce de caminos decidimos hacer la variante de Hospitales que al parecer es la más bonita pero también la más dura ya que antes de llegar al Puerto del Palo hay que pasar por el Puerto de la Marta y abordar el Puerto del Palo desde arriba.
Comenzamos el ascenso del primer puerto del día, por una pista ancha sin muchas dificultades más que la pendiente de la subida, que tampoco en esos momentos era muy dura. Se dejaba llevar bien con un ritmo tranquilo. Así llegamos a las ruinas del hospital de Paradilla (1152 mts de altitud, se adjunta archivo grafico), a partir de aquí ya empezó a complicarse el terreno y el tiempo. Se levantó una ventisca impresionante acompañada de copos de nieve y de una espesa niebla que hizo que bajara la temperatura muchísimo. A la vez que el camino se ponía más difícil, por la poca visibilidad que teníamos y la cantidad de piedras sueltas y barro que había. Además el frio nos dejaba las manos y los pies dormidos por lo que había que ir con cuidado para no tener ningún susto.
Pasado esos momentos de sufrimiento en los que estábamos a casi 1300 mts de altitud, comenzamos la bajada hacia el Puerto de la Marta (1105 mts) para cruzarlo y seguir subiendo de nuevo hasta el Puerto del Palo, el segundo del día. En ese tramo se nos cruzaron unos gamos justo antes de llegar al cruce con la carretera.
A partir de aquí una bajada por carretera (nos recomendaron bajar por carretera debido a que el estado del camino en ese tramo estaba intransitable). Cerca de Berducedo volvimos a coger el camino.
En Berducedo nos paramos a tomar un café y a sellar las credenciales, mientras que Juan cambiaba una cámara a la que se le rompió la válvula. Desde allí salimos hacia La Mesa y de allí otra subida bastante fuerte hasta el pie de unos ventiladores para comenzar la bajada al embalse del Salime.
Al comenzar la bajada nos equivocamos de camino y tuvimos que atravesar por medio un cortijo, al que nada mas llegar salió a recibirnos LEON. Jajaja casi me da un infarto cuando lo vi a mi lado. Un mastín del tamaño de un pony y con una cabeza del tamaño de una paellera. Menos mal que salió el amable dueño que además de abrirnos la puerta nos dijo lo locos que estábamos cogiendo la bici con el tiempo que hacia.
Comenzamos la mayor bajada de toda la ruta por un camino ancho con muchas piedras y haciendo zigzag para luego ir adentrándose en unos bosques preciosos donde además el terreno estaba en buen estado por lo que se alcanzaban unas velocidades bastantes fuertes
Lo que después se traducía en fuertes frenadas al llegar a las curvas, que dieron buenas cuentas de nuestras pastillas de frenos en medio de la bajada nos paramos un rato para ver las espectaculares vistas del embalse.
El ultimo tramo de bajada es un autentico espectáculo, un sendero estrecho, técnico y revirado en el que en apenas un km bajamos mas de 200 mts de desnivel. Un sendero de esos que a todos nos gusta bajar de puro MTB allí nos hicimos un montón de fotos por que la verdad es que lo merece.
Llegados a la presa. Allí estaba Luis esperándonos con ese pedazo de avituallamiento que día tras día nos tenía preparados. (Uffff que alegría, menudo bocata, y el hambre que teníamos ya a esas horas) además aprovechamos para cambiar las pastillas de freno a Rafa Saco que se las había comido totalmente hasta llegar al hierro en la bajada anterior.
Una vez comidos, con los retoques mecánicos averiguados, y las fotos de rigor para dejar constancia grafica de tan bello lugar, comenzamos a subir otra vez hasta Grandas del Salime, donde volvimos a sellar las credenciales y continuar subiendo en dirección a tercer y último puerto del día el Acevo.
La subida al puerto del Acevo la hicimos por carretera con un aire en contra que lo hacia todavía mas duro, una vez coronado y con un viento infernal, bajamos para volver a subir ahora el Alto del Acevo ya en tierras gallegas. El frente Petra ya estaba llegando y nos castigaba con dureza.
A partir de aquí poco que contar respecto a la ruta los km que nos faltaban hasta Fosagra los hicimos por carretera y locos por llegar con evidentes síntomas de agotamiento, después del palizón que ya llevábamos en el cuerpo.
Al llegar Luis ya nos tenia preparadas las cosas dentro del alberge de Padrón una aldea a 1,5 km de Fonsagra
Una vez allí nos duchamos y nos fuimos a Fonsagra a cenar, donde nos pusimos como el Kiko a base de caldo gallego, parrillada, vino de la tierra y un postre de la casa buenísimo.
Hacer mención especial al camarero que tuvo un detalle con Luis, al que le trajo el postre con unas velas por su 34 cumpleaños y además apagó las luces del local para cantarle cumpleaños feliz jajaja fue buenísimo.
Para los que no conozcan a Luis, solo decir que no era su cumpleaños y seguro que los 34 años ya ni se acuerda de cuando los cumplió jajaja aunque se conserva muy bien; pero como le vendió la moto al chaval, jajaja este Luis es un Crack.
Bueno pues hasta aquí la crónica de este día, que yo pienso que ha sido quizás el de más dureza de toda la ruta y que además se hizo mas duro si cabe, por el tiempo que tampoco nos ayudó mucho. Al final han salido alrededor de 80km y 2670 mts de desnivel de subida acumulada.
Rafa Borrego