CAMINO SANTIAGO 2021. 6ª Etapa (Salamanca-Riego del Camino)
Lunes, 27 de Septiembre de 2021. VIA DE LA PLATA
No sé, si conocéis este albergue, para mí es uno de los más agradables, y si te encuentras con un hospitalero que el tío es cojonudo, mucho mejor, me refiero a Pepe, gaditano, no puede ser más servicial, así deberían ser todos.
Como ya comenté ayer, hoy hemos dormido en el Albergue Casa de la Calera de Salamanca.
Este albergue tiene dos habitaciones destinadas a los peregrinos, cuando nosotros llegamos, había un peregrino en cada una, pues el azar nos hace coger una habitación y que casualidad, nuestro compañero, Juan Carlos, otro ciclista y también cordobés, hace el camino con una gravel desde Talavera y por el Sanabrés.
En nuestras charlas con él, decide acompañarnos hasta Zamora, a las siete y media de la mañana, nos ponemos en marcha.
Salimos por la Plaza de los Leones, Calle Mayor, Calle Quintana, Plaza del Poeta Iglesias, Plaza Mayor y Calle Zamora.
Casi al final de la calle Zamora, nos paramos a desayunar en la Pastelería San Marcos, que es el primer lugar que no encontramos abierto para tomar café.
A la 8:30 horas ya estamos en ruta después de revisar las ruedas en una gasolinera en la Glorieta Ruta de la Plata.
Como tenemos problemas de ruedas, la idea es seguir por la N-630 hasta Zamora, para allí hacer las compras necesaria.
Dejamos primero la plaza de toros de La Glorieta y un poco más adelante el estadio Helmántico.
Pasamos por las localidades de Aldeaseca de Armuña, Calzada de Valdunciel y cruza el Cubo del Vino, por su calle Mayor, parándonos en el bar Hernández a tomarnos un buen café.
A la salida nos dejamos a nuestra izquierda la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
A la salida nos dejamos a nuestra izquierda la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
Continuamos por N-630, antes de llegar a la localidad de Peleas de Arriba, nos dejamos a nuestra izquierda las Ruinas del Monasterio de Santa María de Valparaíso, continuamos por Corrales del Vino
Antes de llegar a Corrales del Vino, tuvimos que parar a inflar de nuevo la rueda trasera.
Pasamos y seguimos hacia Morales del Vino, en la entrada nos encontramos con una tienda de bicicletas (Sport Bike), donde se compran un par de cámaras normalitas, no había otras.
Aprovechamos y cambiamos cámara de la rueda trasera, y de un tirón a Zamora.
Entramos por el Puente de Piedra, plaza Fray Diego de Deza, Calle Obispo Manso y a la Catedral, donde sellamos nuestras credenciales.
Más fotos, como recuerdo a nuestro compañero de ruta Juan Carlos, nos despedimos, y él continua su marcha hacia Tábara que es su meta de hoy.
Nosotros, al pasar por un supermercado, compramos el avituallamiento para el medio día, y continuamos hacia nuestro objetivo, que es la tienda de bicicletas y repuestos La Madrileña, en la calle San Andrés.
Compramos unas cuantas cámaras, y esta vez, son antipinchazos.
Terminada la gestión, volvemos hacia la Plaza Mayor, calle Costanillas, Plaza Puebla de Sanabria y tomamos la N-122 y continuar por ZA-P-1405.
Antes de terminar el polígono industrial, en unos bancos junto a la sombra de un árbol, nos paramos a reponer fuerza.
Terminamos de comer, y al coger las bicicletas, de nuevo la rueda trasera en el suelo.
Menos mal, que poseíamos cámaras antipinchazos, ¡que poco duró la cámara comprada 20 km. antes ¡
Vuelta a reparar, cámara al contenedor de basura, y a continuar.
Dejamos ya la carretera, y entramos por el Camino de los Cascajos, llegamos a Roales del Pan para continuar por el Camino a Montamarta o Cañada Real Vizana o de la Plata a Montamarta.
Salimos de pueblo por la calle Mayor y por un camino de tierra cruzamos el Pantano de Ricobayo, totalmente seco, continuando por un camino a los pies del monte donde se encuentra la Ermita de la Virgen del Castillo.
Muchas vueltas da el camino por la autovía de Zamora a Benavente, nos acercamos a Fontanillas de Castro y antes de llegar nos encontramos a nuestra izquierda con las ruinas del Castillo Castrotorafe.
Cuatro kilómetros más adelante, Riego del Camino, fin de etapa en el día de hoy.
Nos hospedamos en el albergue Casa Camino, la primera impresión que te llevas es un poco desilusionante, nos encontramos con una tapia hecha de adobes de barro y paja, un poco descuidada.
Cruzamos la puerta de entrada, y un huerto, a simple vista sin orden, pero cuidado todo de una manera muy ecológica.
Tienen casi de todo, pude ver: azafrán dorado (sternbergia lutea), rúcula de dos tipos, collejas (Silene vulgaris), verdolagas (Portulaca oleracea), una gran variedad de plantas aromática, breza, etc., en total una maravilla.
Nos reciben Alexandrina y Pedro, y desde este momento, todo es atención y amabilidad.
Nos enseña su casa, nuestro albergue, puedes conocer muchos albergues, como este ninguno, nunca me he sentido mejor en un albergue, y conozco muchos.
Nos preparó una cena espectacular, según Alexandrina con productos de su huerto, y del desayuno, mejor no hablar, nos trató como si nos fuésemos a cegar, ¡cuánta calidad ¡ Si pasáis por aquí y tenéis la oportunidad de alojaros en este albergue, hacerlo, no os va a defraudar.