Jueves, 23 de Septiembre de 2021. CAMINO MOZARABE

A las 8:25 de la mañana estamos en marcha, el día se presenta como el de ayer, con nubes, pero sin lluvia por el momento.

Comenzamos visitando la Parroquia de San Juan Bautista (la catedral de la Sierra), aprovechando que estaban de limpieza, un templo de origen medieval de estilos Gótico, Ojival y Plateresco, que comenzó a construirse en el año 1.530 y declarada Monumento Nacional en 1981. https://es.wikipedia.org.

Salimos de Hinojosa y tomamos durante 2 km. la A-3279 para desviarnos a nuestra derecha y coger el camino de la Cruz de Correa, que pasa entre las Casa de Bernabé y el Peñasco.

Apreciamos el agua caída por la tarde noche, cruzando dos arroyos con bastante agua, para continuar sin dejarlo hasta unos 200 metros después de la estación de Zújar (ruinas) de la línea de  ff.cc. Almorchón – Alhondiguilla – Villaviciosa.

A continuación giramos a la derecha por un «casi» sendero entre un juncal hasta alcanzar la carretera A-3280 y continuar por ella dejando Córdoba (Andalucía) para introducirnos en Extremadura en Monterrubio de la Serena (Extremadura) por la Ex-211, no si pasar antes por el cortijo de las Alcantarillas, donde se encuentra la Ermita de Ntra. Sra. De Gracia del mismo nombre, una vez pasado el puente sobre el rio Zújar.

Cruzamos Monterrubio y sin parar hasta Castuera por la BA-051, una carretera sin tráfico de uso mayormente agrícola.

Una vez en Castuera, Fernán se dirige a la policía local en busca del sello de la credencial, para a continuación por indicación de unos parroquianos dirigirnos al mercado de abastos para reponer el avituallamiento del día.

Partimos de Castuera, pasando por el Polideportivo Municipal, el Salón Ovino y el Recinto Ferial, para continuar por la Senda del Rey y también llamada Vereda del Camino de Castuera.

Una vez pasada la antigua estación de Quintana de la Serena, nos encontramos con el desvío del Camino de Quintana de la Serena a Campanario o Vereda Del Camino de Zalamea que lleva hacia Campanario, no le hacemos caso, y continuamos por la Senda del Rey o Camino de Castuera a Don Benito, sin pasar por Campanario ni Magacela.

En el cruce del camino que han hecho que lleva a Magacela, hacemos una parada técnica de unos quince minutos para tomarnos nuestros bocatas y fruta.

Continuamos por La Senda del Rey que está fabulosa, con muy buen firme, con ello acortamos unos cuantos kilómetros, cruzando la finca Las Matas, con todas las cancelas y vallas abiertas, que nos lleva directamente a La Haba.

Una vez aquí, hacemos otra parada para reponer agua y refrescarnos un poco, arrancamos y a la salida del pueblo, vemos en el horizonte unas nubes demasiado negras y con cara de pocos amigos.

Llevamos en este punto 87 km, y aún nos falta 16 km. para nuestro objetivo, pero ante las nubes que se avecinan, decidimos darnos la vuelta y hacer noche en La Haba.

Llegamos al albergue, y tras llamar al teléfono de contacto, nos indican que aún no está abierto debido a la pandemia, no nos queda otra que continuar hacia nuestro destino.

A los dos kilómetros de salir, empieza  llover, nos ponemos nuestros chubasqueros y a continuar, cada vez más agua y granizos que hacía daño, y ningún lugar donde poderse resguardar.

No vale la pena buscar alojamiento en Don Benito, estamos lo suficientemente calados para no parar, así que hacemos los 8 km. restantes hasta Medellín.

Las nubes por la tarde han desaparecido y nos permite hacer una ruta turística.

Como nos alojamos en el Hostal el Rio, lo primero que hacemos es visitar el puente de Felipe IV de unos 430 metros de longitud y 20 arcos sobre el rio Guadiana, en el centro del puente, se encuentra un templete con el escudo de Los Austria y una alusión a la terminación de las obras en el año 1.630 bajo el reinado de Felipe IV.

Continuamos nuestra visita a Teatro Romano, monumental, grandioso, que se encuentra la ladera sur del Cerro del Castillo, este último no lo visitamos por el horario de visitas, junto al teatro las iglesias de Santiago y San Martín, que estaban cerradas, también visitamos su plaza, donde se yergue el monumento a Hernán Cortés.

Buscamos un restaurante para cenar y a la salida la lluvia aparece de nuevo y recibimos otra mojada hacia nuestro alojamiento.

Buena tarde cultural que agrándese nuestro camino.