La aventura senegalesa (I)
Miércoles, 18 de abril 2013. Puesta en marcha hacia Dakar.
En coche nos dirigimos a Madrid, tranquilamente dado que el vuelo no lo tenemos hasta las 18 h, El viaje se hace bien sin contratiempos, nos paramos a mitad de camino para tomar un refresco y a las 14 h nos encontramos con Ricardo en las inmediaciones de su casa que será el guardián de nuestro coche hasta el regreso del viaje. En un bar de la zona nos tomamos unas cervezas y algún montadito y nos acerca hacia la T4 donde nos encontramos “solos ante el peligro”. Con nuestras dos maletas, que cada uno de nosotros portaba, una de ropa y de útiles personales, y otra de viandas y demás productos típicos de la tierra.
Después de soltar las pesadas maletas, y realizar el “check in” sin contratiempo ninguno, buscamos tranquilamente nuestra puerta de embarque y a disfrutar del entorno, del sinfín de personas que deambulan de un sitio para otro sin aparentemente orden, pero que alcanzan la meta personal que no es otra que conseguir subirse a su avión.
Número de vuelo: IB3328
De: MAD Salida: miércoles 17 abril 17:55
A: DKR Llegada: miércoles 17 abril 20:45 (+dos horas en Dakar)
El vuelo sale a la hora señalada y sin ningún otro contratiempo aterrizamos en Dakar a la hora prevista a las 22’45, a partir de ahora debemos tener encuentra que en Senegal nos encontramos a menos 2 h que en España, desface aunque es pequeño cuesta algunos días asimilarlo máxime cuando amanece más temprano que en España.
Ahora, cuando nos disponemos a bajarnos del avión, es realmente cuando empieza la aventura senegalesa, hasta ahora más o menos todo nos era familiar, conocido, etc. etc.
Nada más bajarnos, nos encontramos con un exhaustivo control de pasaporte, una fila de personas y dos pequeñas cabinas de madera y perfilaría de aluminio con dos señoritas que te recogen el documento, que previamente en el avión has rellenado, para dejar constancia de la entrada en el país, posteriormente el protocolo de entrada huella de la mano derecha, después de la izquierda, y foto que te captura desde el ordenador, para verificar la identidad.
Posteriormente accedes a una pequeña sala, (nada que comparar con la T4), algo cutre, en cuatro horas y media, hemos retrocedido en el tiempo 60 años aproximadamente. Después de recoger el equipaje y de un nuevo control de scaner, por fin encontramos la calle, llena de personal intentando llamar tu atención, ofreciendo taxis, trasporte, compra de objetos y un griterío que te deja atónito, (solo comparable con la salida en Luxor -Egipto), y la mirada perdida a todas partes intentado reconocer a alguien en la multitud. Al fondo, entre el gentío veo a Beltrán, por fin salvados, nos hace señas y con su ayuda recorremos el parking donde nos espera Enri con el coche de empresa para ir a casa.
Por fin, en casa son las 24 h española, las 22’00 en Dakar, una cena para los cuatro, comentarios varios sobre el viaje y programar las actividades para los próximos días, Sobre las 23’30 h. nos acostamos después de una día largo y cansado, con la intención de aprovechar al máximo los días de estancia y de adaptarnos a la vida y costumbres del país que nos acogerá los próximos días.
Jueves, 18 de abril 2013. Por Dakar y Isla de Ngor
A las 5’00 h todavía noche cerrada, nos despierta la llamada a la oración, desde una mezquita próxima y por medio de megafonía, suenan los rezos. Permanecemos en la cama un rato, vuelta para un lado para el otro, escuchas la radio y sin poder aguantar más en la cama a las 7’00 h, desde hace unos minutos el día es muy luminoso y se escucha el deambular de la personas de un lado para otro, se siente como la gente se desplaza andando. Nos levantamos y disponemos un desayuno para tres, Beltrán, anoche se fue a dormir a casa de unas amigas.
Sobre las 9 de la mañana, con el sol arriba y muy brillante, deslumbra más que en otras latitudes, comienza un paseo a pie.
- Nuestra primera parada es la Universidad, muy próxima a la casa de Enrique, llegamos andando por una carretera/camino terrizo, en el que en ambos lados, se instalan multitud de puestecillos, en los que se vende de todo lo imaginable, libros, tarjetas telefónicas, fotocopias, algo de comida, etc., etc. Los edificios que componen la universidad son antiguos, mal mantenidos lo que motivan que trasmitan una imagen deplorable. También existen unas residencias universitarias, que en su exterior solo se ve la ropa tendida. Hay que tener en cuenta que la Universidad de Dakar se encuentra entre las que mayor prestigio de las de habla francófona…
- Canal, es un canal a cielo abierto, que recorre de norte a sur todo Dakar, recogiendo las aguas fecales de las construcciones que dan al mismo y desemboca en el mar sin ningún tratamiento. A lo largo del mismo se sitúan al aire libre, todo tipo de tiendas, negocios o talleres ya sean de muebles, reparaciones varias, bicicletas, etc. Nos llama poderosamente la atención los talleres de tejido de alfombras, la maestría en manejar el telar manual, por supuesto, entre dos o tres personas y siempre uno de ellos a modo de aprendiz en un chico de no más de 5 o 6 años. Al final del mismo se incorpora al paseo Beltrán que nos acompañara el resto del día.
- La Route de la Corniche Ouest, podemos decir que es el paseo marítimo de cualquier playa existente en España. Es un paseo que desde el centro de la ciudad y en dirección norte hacia el Phare de Mamelles va bordeando la costa. El sol a esta hora esta en lo más alto, y la verdad es que quema bastante aunque previamente nos habíamos protegido con nuestra crema. A lo largo de la misma nos encontramos casi todas las embajadas de los países con representación diplomática más importantes, incluida España, un espacio destinado al arte al aire libre, algunas casas más señoriales, y un centro comercial “Sea Plaza Shopping Mall”, en que están acometiendo una ampliación, en el que hacemos nuestra primera parada de penitencia para recargar y tomarnos un cafecito.
- La gran mezquita “Mosquée de la Divinité”, se encuentra instalada en una pequeña cala de la playa y se va rodeando desde el paseo, su inmenso alminar se viene viendo desde muy lejos, decidimos no bajar a la playa dado que el sol calienta mucho y está cerrada y no vamos a poder ver nada, solo realizamos un reportaje fotográfico de la misma.
- Monumento al presidente “Monument de la Renaissance Africaine”, una impresionante construcción para vanagloria del presidente del país, (no sé si más fea que grande o más grande que fea). El presidente tenía la intención de dejar constancia de su paso por el país y eligió la peor de las maneras una estatua (con ciertos rasgos asiáticos más que africanos) en lugar de destinar la misma inversión a crear una infraestructura para la población. Sin más ganas de seguir padeciendo semejante paisaje, nos decidimos a cambiar de destino, llevamos en torno a 11 Km paseando por la Corniche, y buscamos un taxi que nos traslade a nuestro próximo destino la isla de Ngor.
- Previa negociación con el taxista del precio de viaje y tras varios amagos de que me voy me quedo, bueno montaros, cogemos destino hacia la isla. A lo largo del viaje poco a poco vamos descubriendo el verdadero Dakar, casas semiderruidas, en construcción, calles terrizas, un paisaje que conforme pase nuestros días en el país iremos descubriendo. El paseo en taxi corre paralelo a la playa y a la ciudad, son casas bajas de bloque de cemento, sin estructura constructiva y la calles no tiene un trazado lo que da idea del crecimiento anárquico de la ciudad y de los barrios.
Para acceder a la isla hay que subirse en un cayuco que nos deja en la isla, no más de 200 o 250 m. La isla, muy pequeña, pero coqueta, la recorremos a lo largo y ancho, las casas de colores muy vivos sin estructura urbana, con bancos mirando al mar, y artistas, fundamentalmente pintores, que exponen sus cuadros a lo largo de la misma, en la playa, en las calles, casas bares, donde sea.
Por fin después de recorre varios bares/restaurantes, encontramos uno que nos atiende y nos da de comer, a pie de playa, una señora típica senegalés, nos ofrece un arroz y un pescado a la brasa, del que nos disponemos a dar buena cuenta del mismo. Por primera vez descubrimos una de las cerveza que se comercializa en la ciudad “Gassel”, de las que a lo largo de nuestra estancia en Dakar dimos buena cuenta de un número incalculable.
Mientras viene la comida, baño en la playa, y a comer. Después de dar buena cuenta de la comida, y ya en tierra firme, en transporte público fuimos a ver la bicicletas que teníamos intención de alquilar, para realizar la ruta por el interior del país. Y que previamente Enri, llevaba meses buscando tiendas de alquiler y tuviera bicicletas que aguantaran el recorrido que teníamos previsto.
En el taller de bicicletas, el muchacho nos tenias reservadas tres:
-
-
Mérida, para Rafa, con componentes de todo tipo, después de proponer al mecánico algunas observaciones, como la potencia más corta, y ajuste de cambios le parecía idónea teniendo en cuenta con el material que teníamos entre manos en el taller.
- Para Enri, le tenía reservada una, Gary Fisher, que le parecía magnifica, si la
comparaba con la que semanas atrás se había comprado en una tienda de la calle.
- Para mí, me había preparado una Spicialized, que no estaba mal y en conjunto sinceramente creo que era la mejor de
las tres, montada en XT, tenía solo dos platos y eran de carretera, debería tener un 50-39, pero muy adecuado para la orografía del terreno.
-
Después de una larga conversación y de negociación ultima del precio del alquiler con el mecánico, teníamos intención de iniciar la ruta al día siguiente, este se marcho a probar una moto, indicándonos que en 5 minutos vuelve y nos marchamos con las bicis para iniciar la ruta al día siguiente. Después de un buen rato de esperar en el taller, descubrimos un nuevo valor de los senegalés y aunque estábamos avisados no es lo mismo que te lo cuenten a que lo sufras en tu carnes o mejor dicho en tus esperas; esto es que el tiempo no tiene la misma duración para un senegalés que para un europeo. Pero después de una larga espera decidimos marcharnos, hablar con el mecánico por teléfono y aplazar la salida de la ruta un día más y programarnos otra actividad para el día siguiente.
De vuelta a casa, descansamos algo, nos duchamos y nos preparamos para ir a cenar algún sitio propio del lugar, entre tanto se incorporan algunas del club de amigas, o del grupo de españoles, Alma y Paloma, que desde este momento, será nuestro ángel de la guarda, nuestro guía, nuestro interprete, en todo el tiempo que dura nuestra estancia en Dakar.
Cena en el Centro Cultural Francés, sitio “Chip”, con ambiente y comida africana, y refinamiento y precio europeo.